Érase una vez

Hace tiempo vengo dándole vueltas a cerrar este espacio, que surgió como proyecto académico hace ya más de dos años. En aquel 2010 en el que fue inaugurado tenía sentido relatar en sus entradas cómo era la realidad argentina en la que me encontraba y que tan diferente era de la de mi España natal. Poco a poco los seguidores fueron aumentando, hasta  – para mí sorpresa – llegar a superar las 1.500 visitas diarias; lo que hizo que me resultara difícil despedirme de este rincón y de todos vosotros. Sin embargo, reconozco que al regresar a Madrid las líneas de este sitio perdieron su sentido. ¿Qué podía contar de la situación española que no fuera escrito ya? No quería acrecentar la amalgama de teorías conspirativas que abundan en la red y mucho menos contribuir al contenido pesimista de las crónicas actuales. Así que, simplemente, dejé de escribir a excepción de momentos puntuales.

Pero la realidad es la que es. Y tristemente la situación que está atravesando España cada vez se acerca  más, en términos de desigualdad, al contexto sudamericano que tanto me llamó la atención años atrás. Y, aunque preferiría hablar de viajes o de contextos más favorables, creo que mi obligación es volver a situarme frente al teclado.Ya no se trata de contar cómo son las cosas al otro lado del océano Atlántico, puesto que ya son suficientes las que hay que contar en esta parte del globo.

Por eso, con la ayuda de todos los que siempre habéis apoyado el proyecto, comienza una nueva etapa de Otro Cristal, inaugurando una sección a la que he querido llamar  ‘Érase una vez’. Porque érase una vez un país al que todos conocimos como España, lleno de porvenir y con un sólido Estado de bienestar. Un país que poco a poco va desapareciendo y que espero que mis hijos puedan llegar a conocer más allá de los libros de Historia.

Espero seguir contando con vuestra presencia en esta nueva etapa.

Saludos desde este lado del cristal.